
El primero de ellos es Mi abuelo es pirata, publicado hace años por la Editorial Miñón y cuya reedición esperamos ansiosos.
El segundo es La historia de la manzana roja, publicado inicialmente en 1974 y reeditado ahora por la editorial Kalandraka.
El comienzo de la historia ya es en sí mismo un cuento completo, al modo de las pequeñas historias de Augusto Monterroso:
"Érase una vez un señor con un traje de rayas que, por casualidad, pasó por delante de una frutería. 'Qué bien me sentaría una buena y jugosa manzana', pensó el señor, y entró en la tienda. El frutero pensó que sería fácil engañar a aquel hombre, y le mostró una manzana de plástico..."
A partir de ahí el desarrollo del cuento propone una serie de acciones encadenadas que se suceden desde que su personaje principal coloca en el alféizar de su ventana esa manzana de plástico para que se madure, hasta que despierta de su siesta de espera y se encuentra con que la manzana tiene un mordisco. ¿Qué ha sucedido? Pues multitud de cosas ingeniosamente encadenadas que vemos con los ojos cómplices de quien ve para poder explicar después lo sucedido a aquél que está dormido. En este cuento los lectores ven por el personaje y para el personaje protagonista, saben más que él, desean "avisarle" y, si esto no es posible, describirle después lo sucedido. De ahí que el gran interés que despierta en los niños proceda del papel activo que el lector tiene en la narración de la historia, de su tarea de "co-narrador".
A partir de ahí el desarrollo del cuento propone una serie de acciones encadenadas que se suceden desde que su personaje principal coloca en el alféizar de su ventana esa manzana de plástico para que se madure, hasta que despierta de su siesta de espera y se encuentra con que la manzana tiene un mordisco. ¿Qué ha sucedido? Pues multitud de cosas ingeniosamente encadenadas que vemos con los ojos cómplices de quien ve para poder explicar después lo sucedido a aquél que está dormido. En este cuento los lectores ven por el personaje y para el personaje protagonista, saben más que él, desean "avisarle" y, si esto no es posible, describirle después lo sucedido. De ahí que el gran interés que despierta en los niños proceda del papel activo que el lector tiene en la narración de la historia, de su tarea de "co-narrador".
Puede decirse que las ilustraciones que acompañan a esta historia aparentemente sencilla son parte del texto, ya que contextualizan las múltiples acciones que se suceden en ella hasta hacernos imposible pensar que las cosas pudieran ser de otra manera. Pero, sobre todo, las ilustraciones "anticipan" lo que vendrá después o "resumen" lo que ya ha sucedido, es decir, tienen vida propia, lectura propia, que enriquece la historia escrita. En ellas puede verse al ladrón antes de que entre en acción o a todos los personajes que ya han aparecido cuando la historia acaba.
Es un libro especialmente adecuado para niños de 5 y 6 años que se inician en la lectura y, desde luego, para leer o contar desde edades más pequeñas.
Título: La historia de la manzana roja
Autor: Jan Lööf
Ilustrador: Jan Lööf
Edición: Sevilla: Kalandraka, 2008
Edad: de 5 a 7 años
Precio: 13€